sábado, 30 de abril de 2016

De la cárcel de luz

Lágrimas en las juntas de las paredes,
que avanzan hacia el suelo.
Una flor creyó ver una luz de tiempo.
A las paredes se les pedía compasión,
a las verjas se les pedía compasión,
a los ladridos de las cámaras se les pedía compasión.
Todo era inmóvil.

Unas manos tocan la pared
y limpian sus lágrimas
el oso se levanta,
toca la piedra, cae,
nada le da la mano.
"Mamá, dime dónde están los árboles"

La pared rompe en risas,
llegó la hora
de la burla de los carceleros.

Oye        la voz
de una madre
desconocida.

La quiere, avanza,
atraviesa los cantos de los pájaros,
los árboles...

La abraza, duele,
llora y aprieta los dientes,
su madre es de piedra:
"¡Mamá, ¿dónde están los árboles?!"

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